Es imposible pensar en una ciudad inteligente sin una red de conexión inalámbrica, es la base para la creación de una ciudad conectada.
El desarrollo exponencial  de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones (TIC), en los últimos años ha abierto un abanico de posibilidades para el desarrollo de nuevas aplicaciones tecnológicas, que van más allá de simplemente tener acceso a internet en lugares públicos.
Una ciudad interconectada por Wi-Fi permite la transferencia de datos de sensores estáticos, así como objetos conectados y personas. Estos datos se transmiten para informar de los procesos de la ciudad y mejorar la prestación de los servicios urbanos. También ayuda a los ciudadanos al brindar  acceso a una amplia gama de servicios en toda la urbe, lo que permite atraer inversiones, negocios, turismo y nuevos residentes.
Los principales beneficios a la ciudad radican en una mayor generación de ingresos y menores costos de la gestión de infraestructuras, una mejor planificación para el desarrollo de una ciudad sustentable, más servicios electrónicos de gobierno entregados a los ciudadanos, con ahorros importantes en gastos de operación. El desarrollo económico local a través de mejoras en la productividad y el servicio.
Para los ciudadanos y los negocios locales el impacto en la forma de coexistir con la ciudad está cambiando radicalmente, a partir de la geo-localización de dispositivos conectados a internet la creación de servicios online ha aumentado, esto en respuesta a la demanda de un uso de los servicios más eficiente y focalizado en áreas específicas de la ciudad, impulsando el desarrollo del comercio hasta en los estratos más pequeños de la mancha urbana.
En los hogares el uso de aparatos conectados a la red que permiten su uso y monitoreo de forma remota ya está presente en los sistemas de video vigilancia, la automatización de aparatos electrodomésticos inteligentes y la solicitud de servicios online son cada vez más familiares, el internet de las cosas se convierte en una realidad rápidamente.
Estas tecnologías proveen infraestructura de soporte para entregar nuevos servicios y solventar una serie de desafíos urbanos como la sostenibilidad ambiental, la generación de empleo y el crecimiento económico.
En el futuro cercano un sinfín de de objetos y sensores en objetos de la vida diaria transmitirán datos para tomar decisiones inteligentes autónomamente. Esto ayudará a mantener nuestros hogares seguros, nuestros lugares de trabajo más productivos, el aire que respiramos más limpio y las calles menos congestionadas, lo que nos dará una mejor calidad de vida a través de un crecimiento controlado y sustentable.